20 septiembre 2013

Águilas y Búhos



Lo que quiero contar hoy pasó hace ya algunos meses en una cálida noche de invierno. Y la calidez no se debía al tiempo sino a la maravillosa compañía en la que estábamos reunidos todos. De pronto me pareció que desde dentro de mi Ser sonaba una melodía que yo tengo identificada, y  que escucho y siento  siempre que Águila Blanca quiere volar con búhos. Es un tema musical que descubrí hace ya bastantes años y en la que  el ulular de un búho se mezcla con  unos extraordinarios sonidos musicales que me elevan y me transportan hacia las alturas. Los vuelos de Águila Blanca y  Búho Gris siempre son excepcionales, llenos de sabiduría y aprendizaje. Pero realmente lo que pasó aquella noche si fue excepcional. No era la melodía que sonaba en mi interior sino que un búho de verdad, que se andaba por las ramas del vecino Parque Güell, me estaba llamando con su insistente ulular y sentí  dentro de mi Ser una inquietud extraña estableciéndose un diálogo interno y un fluir de sensaciones  que me cautivó. La conexión  Águila-Búho de aquella noche fue mágica  y la sabiduría de aquel búho me transmitió algo positivo, algo hermoso,  algo bello que iba a ocurrir.  Águila Blanca se dejó llevar por la magia del Búho bajo la luz de la luna y el aroma del incienso. Mis queridos hermanos  de aquella reunión me dejaron en la tranquilidad de la noche para establecer este dialogo y pueden dar fe, como los notarios, de que así ocurrió. Esa es mi maravillosa gente. 

El búho siguió en sus ramas y Águila Blanca voló hacia sus acantilados marinos contemplando como siempre la inmensidad del mar y la infinidad del Universo,  a  contracorriente,  de noche y bajo la luz de la luna,  dirigiendo sus alas  en vuelo rasante sobre la espuma de las olas y  jugando  con sus hermanos  Delfines, alumbrada por Luciérnagas, acompañada por Búhos, protegida por Lobos, danzando con  Hadas, camuflada por Nubes Blancas guiada por los Elementales y querida por Todos.
Y me hizo muy feliz, que después de esto y al cabo de unos días, saber que otro Búho se encontró a sí mismo y haber podido ayudarlo a volar. 

Gracias mis seres de Luz por estar a mi lado en todo momento.

Esta es mi historia y mi vivencia. Y de nadie mas.

Pero hoy quiero compartirla con vosotros.

Gracias

Karma - Aguila Blanca.