11 diciembre 2008

BUSCA LA PAZ Y PERSIGUELA

Se cuenta que un rey ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera describir en una pintura la paz perfecta.

Muchos artistas lo intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero hubo solo dos que realmente le gustaron.

La primera era un lago muy tranquilo, un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre esta se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos pensaron que ese trabajo reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenia montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía una impetuosa cascada y en el cielo había rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Esta pintura no se veía pacífica. Pero cuando el rey observó cuidadosamente, vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca, y en este arbusto había un nido.

Allí, en medio del rugir de la violenta caída del agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido. El rey escogió la segunda pintura. Todos los presentes preguntaron el porqué de esa elección. A lo que el Rey respondió: “La paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o si dolor. Paz significa que, a pesar de estar en medio del caos, permanecemos en calma. Este es el verdadero significado de la paz”.

“Busca la paz y persíguela”.

Pero ¿dónde buscarla?

Dijo el rey: “Busca la paz dentro de ti. La paz no puede ser hallada fuera de uno mismo. Cuando el ser humano logra que la paz reine dentro de sí mismo, puede hacerla reinar en el mundo entero”.

Cuento Jasídico
Rabí Simja Binem, de Pshishka

1 comentario:

  1. Hola Karma. M´agrada molt el teu blog, es un espai molt agradable. Ja l´aniré visitant.
    Un peto.

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