17 enero 2016

Reflexionando


"Antes del amanecer, tiene lugar el momento más oscuro de la noche"

¿Cuántas veces nos sentimos sin fuerzas? ¿Cuántas veces creemos que no podemos más, que la vida se vuelve verdaderamente difícil, que nada nos sale? Lo intentamos, y lo intentamos, y sin embargo, pareciese que cada vez todo se complica más, y las cosas se vuelven más oscuras...

La vida, como un péndulo, oscila entre extremos duales. Como la misma naturaleza, las estaciones de frío y calor, el día y la noche, son imprescindibles para que el mundo pueda existir...

No se trata de esperar que no existan oscuridades... Esto es un absurdo, una ilusión imposible de hallar. Quizá, la paz del alma pueda lograrse sólo, y tan sólo, cuando aprendemos esta gran verdad: que la alegría y la tristeza son ineludibles en el equilibrio. Cuando nos entregamos a vivir, sin intentar controlar los ciclos que se nos presentarán inevitablemente, dejamos de lado las peores mochilas que cargan nuestros hombros: las ilusiones del ego, las expectativas de que todo sea "como yo lo deseo", el controlar...

Esta es una verdad:
La tormenta también es necesaria para el crecimiento de la cosecha.....”.
Daiana Slipak.

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