Hace ya bastantes años, vi por televisión una película basada en un libro de James Hilton titulada Horizontes Perdidos. La historia me fascinó y más cuando descubrí que es una antiquísima leyenda de insuperable belleza.
La historia cuenta la existencia de una ciudad aislada y oculta que parece estar ubicada entre las cumbres del Himalaya, donde una comunidad de hombres y mujeres de elevada inteligencia y espiritualidad viven como seres inmortales en armonía perfecta con la naturaleza y el universo con la fuente de la eterna juventud y rodeados de la mas alta tecnología científica. En la novela, Hilton la llamó Shangri-Lah, que significa La Ciudad de la Luna Azul.
Antiquísimos textos tibetanos hablan con frecuencia de Shambalah, refiriéndose a ella como un gran centro de energía cósmica donde se concentran los átomos de los cinco elementos, tierra, agua, fuego, aire y éter, junto a sus potencialidades. Shambalah, que en sánscrito significa “Lugar de Tranquilidad” es de forma circular, rodeada de montañas de cimas nevadas y que interiormente tiene la forma de un loto abierto de ocho pétalos. En el centro se eleva un alto pico de una blancura luminosa que seria como el corazón de la flor. Esta descripción que insinúa que Shambalah posee una estructura atómica donde poderosas energías giran en torno a un vacío, es presentada en el texto como la forma simbólica de un Mandala.
Según nos enseña la Metafísica, nuestro planeta, como ser viviente, también posee los vórtices de energía conocidos como Chakras. Estos centros son la sutil estructura energética del planeta y al igual que en el hombre, reciben, transmutan y distribuyen las energías procedentes del Cosmos. La India sería el centro del corazón (Anahata Chakra), Egipto el frontal o Tercer Ojo (Ajna Chakra) y se supone que Shambalah, sería el coronario (Sahasrara Chakra) y que seria el gran centro receptor de energías.
Madame Blavatsky, la fundadora de la Sociedad Teosófica fue la primera occidental que escribió sobre su existencia. Nicolás Roerich, artista y maestro espiritual ruso, pasó muchos años en expedición en su busca. El Conde de Sant Germain, Cagliostro, Paracelso, Nicolás Flamel, Lao Tse y Leonardo da Vinci, son algunos de los misteriosos y enigmáticos personajes que se supone fueron elegidos para entrar en la ciudad prohibida, en la que sólo siete seres humanos por siglo son autorizados a entrar en ella.
Shambalah es el lugar donde el Rey Sucandra, que vino del Norte de Kashmir, aportó y desarrolló la practica de Kalachakra, despues de haber recibido su poder y enseñanza del Buda Shakyamuni. Tras el rey todos sus ciudadanos empezaron a practicar la meditación y a seguir el camino budista y así llegó a ser un lugar poblado por seres muy evolucionados y de contactos Kármicos. Shambalah es considerado la fuente del Kalachakra, que es la mayor y mas esotérica rama del misticismo Tibetano.
Otras versiones cuentan que todos sus habitantes alcanzaron la iluminación y en ese momento todo el reino desapareció del plano físico para pasar a existir en una dimensión etérica. Sus gobernantes también velarían por los asuntos de la tierra y algún día regresarían para salvar a la humanidad de su posible destrucción.
Todas las descripciones son fabulosas acercándonos al terreno de lo mitológico ya que es imposible definir para la mente, un lugar en donde el espíritu es lo primordial y en donde lo físico y lo metafísico se funden formando un todo.
En lo más profundo de nuestra alma, existe un verdadero Shambalah. Un paraíso perdido que todos deberíamos encontrar. Shambalah o Shangri-Lah seguirá simbolizando la posibilidad, cada día más cercana, de un retorno a nuestro interior, a la verdadera morada en el Infinito, en donde nuestros sueños mas elevados podrán hacerse realidad.
Karma.
La historia cuenta la existencia de una ciudad aislada y oculta que parece estar ubicada entre las cumbres del Himalaya, donde una comunidad de hombres y mujeres de elevada inteligencia y espiritualidad viven como seres inmortales en armonía perfecta con la naturaleza y el universo con la fuente de la eterna juventud y rodeados de la mas alta tecnología científica. En la novela, Hilton la llamó Shangri-Lah, que significa La Ciudad de la Luna Azul.
Antiquísimos textos tibetanos hablan con frecuencia de Shambalah, refiriéndose a ella como un gran centro de energía cósmica donde se concentran los átomos de los cinco elementos, tierra, agua, fuego, aire y éter, junto a sus potencialidades. Shambalah, que en sánscrito significa “Lugar de Tranquilidad” es de forma circular, rodeada de montañas de cimas nevadas y que interiormente tiene la forma de un loto abierto de ocho pétalos. En el centro se eleva un alto pico de una blancura luminosa que seria como el corazón de la flor. Esta descripción que insinúa que Shambalah posee una estructura atómica donde poderosas energías giran en torno a un vacío, es presentada en el texto como la forma simbólica de un Mandala.
Según nos enseña la Metafísica, nuestro planeta, como ser viviente, también posee los vórtices de energía conocidos como Chakras. Estos centros son la sutil estructura energética del planeta y al igual que en el hombre, reciben, transmutan y distribuyen las energías procedentes del Cosmos. La India sería el centro del corazón (Anahata Chakra), Egipto el frontal o Tercer Ojo (Ajna Chakra) y se supone que Shambalah, sería el coronario (Sahasrara Chakra) y que seria el gran centro receptor de energías.
Madame Blavatsky, la fundadora de la Sociedad Teosófica fue la primera occidental que escribió sobre su existencia. Nicolás Roerich, artista y maestro espiritual ruso, pasó muchos años en expedición en su busca. El Conde de Sant Germain, Cagliostro, Paracelso, Nicolás Flamel, Lao Tse y Leonardo da Vinci, son algunos de los misteriosos y enigmáticos personajes que se supone fueron elegidos para entrar en la ciudad prohibida, en la que sólo siete seres humanos por siglo son autorizados a entrar en ella.
Shambalah es el lugar donde el Rey Sucandra, que vino del Norte de Kashmir, aportó y desarrolló la practica de Kalachakra, despues de haber recibido su poder y enseñanza del Buda Shakyamuni. Tras el rey todos sus ciudadanos empezaron a practicar la meditación y a seguir el camino budista y así llegó a ser un lugar poblado por seres muy evolucionados y de contactos Kármicos. Shambalah es considerado la fuente del Kalachakra, que es la mayor y mas esotérica rama del misticismo Tibetano.
Otras versiones cuentan que todos sus habitantes alcanzaron la iluminación y en ese momento todo el reino desapareció del plano físico para pasar a existir en una dimensión etérica. Sus gobernantes también velarían por los asuntos de la tierra y algún día regresarían para salvar a la humanidad de su posible destrucción.
Todas las descripciones son fabulosas acercándonos al terreno de lo mitológico ya que es imposible definir para la mente, un lugar en donde el espíritu es lo primordial y en donde lo físico y lo metafísico se funden formando un todo.
En lo más profundo de nuestra alma, existe un verdadero Shambalah. Un paraíso perdido que todos deberíamos encontrar. Shambalah o Shangri-Lah seguirá simbolizando la posibilidad, cada día más cercana, de un retorno a nuestro interior, a la verdadera morada en el Infinito, en donde nuestros sueños mas elevados podrán hacerse realidad.
Karma.