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07 septiembre 2017

EL TEMPLO CELTA DE LA DIOSA DEL MAR - La leyenda de la Playa de las Catedrales




Si alguna vez llegas hasta esa puerta, hasta ese lugar de mi costa, que 
marca la división de los dos mundos, descubrirás que el tiempo no tiene 
mas medida que el ritmo de las mareas, o el color del horizonte. 

Si alguna vez te quedas con los pies anclados en la arena contemplando 
como se abren y se cierran los pasadizos secretos donde, según se dice, 
duermen los hombres que la Mar retiene hechizados en su abrazo de 
espuma. Recuerda que estas bordeando el mayor de los misterios. 

Cada día, o cada noche, nunca a la hora prevista, nunca a la hora exacta, 
las aristas del umbral se iluminan de Soles o de Lunas. Ese es un momento 
mágico en el que, según la leyenda, se podría predecir el futuro y recuperar 
el pasado.

Y dicen los viejos marineros que en los horas más oscuras, en las noches
en las que la Luna desaparece para renacer, unos puntos brillantes marca 
los límites y el centro de esa puerta y que son los ojos verdes de las sirenas
que iluminan los senderos del mar de regreso a casa. 

Y cuentan que si cuando el límite mas bajo de la marea coincide con el
momento en que el Sol empieza a descender por el horizonte y estás frente 
a esa puerta, puedes pedir un deseo porque ese es un momento en que los
Dioses están mas cerca de ti y mas atentos a lo que puedas pedirles

Eso se dice de ese lugar. La catedral mas misteriosa, mágica y bella del 
mundo…
Es un lugar para todo aquel que cree en los Dioses.

Y para quien no crea, que se ande con cuidado, por que es casi imposible 
contemplar ese milagro, sin empezar a creer...


29 septiembre 2015

¿Eres una bruja?


"Algunas de vosotras me escribís con dudas, confusas. Me contáis que mis palabras os resuenan, que sentís como propias muchas de mis experiencias, de mis pensamientos y sensaciones. ¿Soy una bruja? Me preguntáis. Y yo no sé qué responderos. Solo hay una persona en este mundo capaz de responder a esa pregunta, y esa persona sois vosotras mismas. Porque solo vosotras sabéis quiénes sois, y lo que sois en vuestro interior.

Para facilitaros esa respuesta os voy a contar una historia, os voy a contar quienes han sido las brujas a lo largo de la Historia, después, vosotras mismas decidiréis.

Las primeras brujas, ya en la Prehistoria, eran lo que ahora conocemos como chamanas. Personas que se comunicaban con los Dioses, y que hacían ritos y ceremonias en favor de su tribu. Además eran sanadoras y hacían rituales mágicos, hechizos, magia…

Con el tiempo, la Humanidad y sus creencias fueron evolucionando y estas chamanas (también chamanes) se fueron convirtiendo en sacerdotisas y sacerdotes de religiones más o menos organizadas y establecidas. La mayoría de ellas centradas en lo que realmente importaba a nuestra especie, la fertilidad de la Tierra, ya que era esto lo que garantizaba la supervivencia. En todas ellas la magia tenía un papel muy importante. Los hechizos y los sortilegios en los que se invocaba a los Dioses para favorecer cosechas, lluvia, abundancia, salud, amor… eran corrientes y naturales. Además de Sacerdotes y Sacerdotisas, había personas sabias en aldeas y pueblos que se mantenían más cercanas a las antiguas prácticas chamánicas. Casi siempre mujeres, sanadoras, parteras, ancianas sabias que orientaban a sus vecinos. Hechiceras y hierberas que comprendían el funcionamiento del mundo natural y su dimensión mágica.

Cuanto más aislado estuviera el poblado o la aldea, más cercanas a su origen se mantenían las antiguas tradiciones. Cuando un pueblo invasor llegaba imponiendo nuevos dioses y costumbres, la mayoría de las veces apenas daba una fina capa de barniz a las anteriores. Imaginad que vivís entre montañas, o en una pequeña aldea donde las cosas siempre son iguales. Tus padres, tus abuelos y los padres y abuelos de éstos, hasta donde puedes recordar, siempre han adorado a sus Dioses que les proveían de alimento y hogar, y siempre han realizado las mismas ceremonias, los mismos rituales en los mismos días señalados del año. Un día llega un invasor, por ejemplo Roma, y te dicen que ellos también conocen a tus Dioses, pero les llaman de otra manera y que, a partir de ese momento, tú debes llamarles igual que ellos. Y lo haces, pero las ceremonias continúan casi iguales que antes y tú se las enseñas a tus hijos aunque ahora dirigidas a los antiguos Dioses con nombres nuevos. Tus hijos y nietos continúan con ellas, haciendo lo mismo hasta que llega otro invasor, esta vez el Cristianismo.

Al principio ésta nueva religión llegada de Oriente no afectó a la mayoría de la población. En realidad tardó muchos más siglos de lo que nos han contado en implantarse. El Cristianismo fue una religión de ciudad y su anexión fue más una cuestión política que un asunto de fe. Eran los reyes los que, buscando alianzas y poder, se convertían. Y si un rey era cristiano, todo su reino se consideraba cristiano. Pero en realidad sus súbditos, especialmente cuanto más alejados vivieran de la ciudad, continuaban adorando a los mismos Dioses que sus antepasados y honrándolos con las mismas ceremonias y rituales mágicos que aquellos. Eran las personas que vivían en los pagos (campo en latín), los paganos.

Pero de todos es conocido que los Dioses de las antiguas religiones son los demonios de las nuevas y el Cristianismo se propuso convertirse en la única fe de Europa y del mundo, por lo que decidió acabar con lo que quedaba de las prácticas de las antiguas religiones, y para ello convirtió a aquellos antiguos Dioses de la fertilidad y la Tierra en demonios y construyó iglesias en la mayoría de los antiguos lugares de culto. Como la Humanidad es un animal de costumbres, fue difícil que abandonaran sus antiguas creencias, pero la Iglesia lo solucionó apropiándose de las festividades antiguas y de algunos Dioses convirtiéndoles en santos.

A pesar de ello, aún persistían mujeres que mantenían retazos del antiguo conocimiento. A veces casi intacto, otras veces sincretizado con elementos cristianos, y durante algunos siglos más, la Iglesia simplemente las ignoró al no considerarlas demasiado peligrosas. Pero tras la Edad Media, periodo más o menos tranquilo para estas mujeres, llegó el siglo XVI, la Edad Moderna. Y todo cambió. Grandes crisis sociales y económicas asolaron Europa durante los siglos XVI y XVII, hambrunas, corrupción política, revoluciones sociales, pestes…. El poder necesitaba un chivo expiatorio y lo encontró. Estas mujeres eran peligrosas, eran fuertes en sus comunidades, independientes, rebeldes, desafiantes. Eran mujeres que se atrevían a tener poder, a tener voz, a tener conocimiento… como los hombres. Y pronto los dedos que las acusaban se levantaron y surgió la palabra como un insulto, Bruja. Secuaz del Diablo. Amante de Satanás. Acusada de pactar con el Diablo para perjudicar a la especie humana y en especial, acabar con el cristianismo. Y la ola de miedo, terror, acusaciones sin fundamento y muertes se extendió por el mundo.
La inmensa mayoría de mujeres y hombres que murieron en aquellos siglos bajo la acusación de brujería no lo eran. Durante siglos el poder consiguió el arma perfecta para mantener a la población, y sobre todo a las mujeres, sometidas. Cualquier gesto podría ser sospechoso, cualquier mirada, cualquier palabra. Vecinos contra vecinos, familias contra familias, viudas herederas de tierras que otros codiciaban, suegras molestas, cualquier mujer que no necesitase a un hombre… cualquiera que sobresaliera.

Pero a pesar de ello, a duras penas y muy fragmentadas, las antiguas creencias, los antiguos Dioses, permanecieron. La magia, los hechizos, los rituales pervivieron. A veces puros, a veces con nombres cristianos, pero sobrevivieron.
Poco a poco, cuando el mundo se calmó, decidió que las brujas no existían y no habían existido nunca. Que la magia no existía. Que todas las antiguas creencias no eran más que supersticiones de personas incultas e iletradas. Y todo lo que una vez se reverenció, todo lo que más tarde se temió, ahora se despreció. Pero ni siquiera entonces desapareció. Todos los secretos y los misterios fueron guardados.

Y esto es lo que era una bruja, no un ser maléfico y sobrenatural seguidora del mal y acólita de Satán. No. Una bruja era la guardiana de los antiguos cultos de la Tierra. De las antiguas costumbres. Heredera de la magia, de hechizos y sortilegios y conocedora del mundo natural. Esa es la brujería.
Y ahora, en nuestros tiempos, las brujas somos todo eso y más. Ahora dedicamos nuestra vida a intentar recuperar lo que se perdió. Estudiando fragmentos, intentando comprender cómo debieron ser aquellas primeras religiones, tratando de reconstruir un pasado que jamás se olvidó del todo. Honramos a aquellos primeros Dioses, a nuestra Diosa Madre Tierra y Señora de la Luna, estudiamos el misterio de este planeta y de la Naturaleza, recordamos y enseñamos a otras el poder y la conexión divina que hay entre el cuerpo de una mujer y la Tierra y hacemos magia. Esto es, sobre todo, lo que define a una bruja. Hacemos magia. Hechizos. Sortilegios. Encantamos hierbas, piedras, talismanes, amuletos…. Embrujamos al mundo y a nosotras mismas.
Si tienes premoniciones, intuiciones o visiones eres vidente, no bruja. Si te comunicas con fallecidos no eres bruja, eres médium. Si sientes las emociones de otros o sus presencias, eres sensitiva, no bruja. La bruja es aquella que además de todo eso (o no), hace brujería. Magia. Utiliza conscientemente las energías de la Tierra, las de los Dioses (les llame como les llame) y la suya propia mediante rituales y ceremonias que un día se prohibieron, para crear un cambio en el mundo que le rodea y en sí misma.

Aunque algunas no se sienten cómodas con la palabra, la gran mayoría sí lo hacemos. Las palabras tienen poder y nosotras nos llamamos brujas a nosotras mismas porque reivindicamos la limpieza de ese nombre. Reivindicamos el recuerdo de todas aquellas mujeres que murieron acusadas de algo que siempre fue falso, en nombre de demonios falsos, y condenadas por actos falsos.
Las brujas hemos sido siempre mujeres libres, fuertes y sabias. Guardianas del pasado y del antiguo conocimiento. Hijas de la magia y maestras de brujería. Sólo eso. Todo eso.

Y ahora que ya conoces nuestra historia, puedes encontrar la respuesta a tu pregunta.

Está en tu corazón.

¿Te atreves a buscarla?
Hyedra de Trivia

(Eva Hyedra López) (https://hyedra.wordpress.com/2015/09/19/eres-una-bruja/)

21 agosto 2011

La leyenda de Stonehenge


Stonehenge es hoy en dia el monumento megalitico mas misterioso que existe. Su doble círculo de trilitos gigantes de arenisca azul lo distinguen del resto ya que la construcción esta hecha con un tipo de piedra que no existia en la zona. Y si misterioso es el origen del conjunto no menos enigmatico es el origen de las piedras azules que se han encontrado en el mismo sitio.

Se encuentra ubicado en el condado de Wiltshire, en el Sur de Inglaterra y no muy lejos del rio Avon. A 100 kms. al oeste de Londres.

Es un monumento circular de carácter ritual formado por 4 círculos concéntricos de gigantescas piedras y que se fecha entre 2.500 y 2.000 a.C. Se supone que fue abandonado en el 1.500 a.C.

Los numerosos restos humanos encontrados en el lugar indican que el sitio sirvió a menudo, a lo largo de los siglos, como lugar de sepultura. Sin embargo, todo muestra que esa no fue su primera finalidad porque no se aprecian ni pasillos ni cámaras funerarias.

Muchas son las leyendas que han intentado explicar el origen de Stonehenge y una de ellas, según Geoffrey de Monmouth es que aparece como una creación del mago Merlín que, por obra de la magia, habría traído las piedras desde Irlanda. Luego habría utilizado las fuerzas vitales del lugar para despertar al dragón e igualmente, lo habría convertido como el lugar en el que los nobles de Inglaterra habrían prestado su juramento al rey Arturo. Posteriormente, los círculos de menhires sirvieron de lugar de enterramiento para Ambrosio y su hermano Pendragón, tio y padre del Rey Arturo respectivamente.

Los autores británicos John Aubrey y William Stukeley, a fines del siglo XVII y a principios del XVIII, contribuyeron fuertemente a mantener la imagen de Stonehenge como un templo druídico y sitio importante de la cultura celta. Pero, aunque fue sin duda el sitio utilizado por los druidas para sus ceremonias, los pesados megalitos estaban ahí mucho antes de la llegada de los celtas a tierras británicas, y los misterios de Stonehenge no tienen ninguna necesidad de este aporte para seguir siendo apasionantes.

Las piedras de Stonehenge son tan grandes que se diría que fueron levantadas por una raza de gigantes desaparecidos después de los primeros tiempos. Una tradición relaciona estos gigantes míticos a otro pueblo igualmente legendario: los hiperbóreos.

En la mitología griega, los hiperbóreos, que adoraban al dios Apolo, habitaban en el extremo norte de Europa. El historiador Diodoro de Sicilia (siglo I a.C.) evoca incluso un sitio que podría ser Stonehenge: "Hay en la isla un recinto de Apolo y un templo ilustre, (...) los encargados son llamados boreades (...). El dios visita la isla cada 19 años, período durante el cual las estrellas vuelven a estar en el mismo lugar en el cielo".
De hecho, los hiperbóreos son probablemente los iberos, ya que es en Portugal donde se encuentran las primeras alineaciones megalíticas. Una migración diseminó a este pueblo a lo largo de las costas (golfo de Gascuña, Bretaña) hasta Irlanda e Inglaterra, donde erigieron por primera vez un fantástico círculo de piedras.

Otra de las teorias es que era un Observatorio Astronómico ya que los estudios de los astrónomos Hawkins y Hoyle fueron los que encontraron una secuencia lógica. Según la distancia entre los hoyos de Aubrey (que fué unos de los exploradores que en el año 1.650 intervinieron en su descubrimiento), se pueden prever los movimientos lunares de varios años. Igualmente, los distintos ángulos que forma el sol sobre las piedras solitarias nos ayudan a comprender los equinoccios. Por otro lado, la Astrología tan ligada a la Astronomía, caza la simbología del círculo con el sol, y a la herradura con el menguante de la Luna.

Los dos círculos de pequeños menhires ubicados en el interior megalitico, están alineados así para señalar las salidas y puestas del Sol en los solsticios de verano e invierno. Además marcan el orto y ocaso de la Luna durante el solsticio de invierno. El conocimiento de as fases de la Luna era un detalle vital para la crianza y domesticación de la ganadería en los pueblos de la cultura campaniforme de aquel momento histórico.

Así pues, era un templo dedicado a los movimientos del Sol y de la Luna. Un arcano observatorio astronómico, como lo demuestra el prolijo estudio del monumento, en sus posiciones terrestres y las mediciones de los aconteceres cósmicos que marcan sus viejas piedras, traidas a este lugar, según afirman las antiguas leyendas, por los magos atlánticos, de los cuales tal vez Merlín no estuviera muy alejado.

Los actuales seguidores de las leyendas druidas se reúnen cada solsticio, uniéndose en círculos alrededor de Stonehenge, pues piensan que esta construcción es en realidad un lugar sagrado, generador de mucha energía positiva. Y también hay una teoría muy osada que dice que puede ser un puerto espacial para Ovnis, ya que es una construcción fácilmente reconocible desde el espacio y que puede servir en el futuro para señalizar la situación terrestre.

Stonehenge ha sido designada canditata a una de las nuevas 7 maravillas del mundo.