22 noviembre 2009

Meditación sanadora del alma



Estoy dispuesta a ver mi magnificencia.
Elijo eliminar de mi mente y de mi vida todas las ideas y todos los pensamientos negativos y destructores que me impiden ser la mujer magnífica que estoy destinada a ser.
Ahora vuelo con mis propias alas, me apoyo y pienso por mí misma. Me doy lo que necesito. Me siento segura creciendo.
Cuanto más me realizo más personas me aman. Me uno a las filas de mujeres que sanan a otras mujeres. Soy una bendición para el planeta. Mi futuro es brillante y hermoso.

¡¡ Y ASI ES !!

Recuerda: Cualquier pequeño cambio positivo en tu manera de pensar puede comenzar a desenredar el problema más enorme. Cuando le haces las preguntas correctas a la Vida, ésta te responde.
Hay muchas maneras de hacer los cambios. Podríamos comenzar por mirar con sinceridad nuestras imperfecciones.
No me refiero a sacar lo malo que pueda haber en nosotras, sino a ver las barreras que hemos levantado y que nos impiden ser todo lo que podemos ser, y sin reprendernos, eliminarlas y hacer cambios.
Sí, muchas de esas barreras son cosas que aprendimos en la infancia. Cosas que jamás concuerdan con nosotras. Simplemente las aceptamos de otra persona. Pero si en una ocasión las aprendimos, ahora podremos olvidarlas.
Una vez reconocemos que estamos dispuestas a aprender a amarnos, será necesario desarrollar ciertas pautas:

HAZ DE LA ALEGRIA Y FELICIDAD EL CENTRO DE TU MUNDO

La alegría y la felicidad están siempre en nuestro interior. Procura estar conectada con ese lugar interior tuyo. Construye tu vida en torno a esa alegría. Cuando nos sentimos felices somos creativas, no nos alteran las pequeñeces y estamos receptivas a nuevas ideas. Una buena afirmación para repetir con frecuencia es:

ESTOY INUNDADA DE ALEGRIA Y EXPRESO FELICIDAD

Karma - Sat Hari Kaur

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