Nadie habla, porque no conviene, que existió una civilización en
Europa Occidental la CELTA, que antes y en los comienzos de la era
cristiana, la mujer no conoció de feminismo, ni machismo, ni
matriarcado/patriarcado, y por supuesto, menos de tener la necesidad de
luchar por sus derechos, sus espacios.
Comenzaron a
habitar en el centro y el norte de Europa 2.000 años antes de Cristo.
Extendiéndose entre el 1.500 y el 900 a.C. por las Islas Británicas,
norte de Francia, parte de Suiza y norte de Italia, llegando a España en
el 800 a.C. Podría considerarse que su periodo de mayor expansión fue
entre el siglo III y el I a.C. Aunque en lugares como Irlanda permaneció
por varios siglos mas.
Vivían en un sistema de igualdad de derechos y deberes como los hombres.
Desde
el nacimiento ambos sexos eran criados juntos, recibiendo la misma
educación cultural y espiritual, compartían sus juegos, así como el
aprendizaje de oficios y eran igual de garridas al momento de entrar en
guerra.
Entre los derechos que luego el derecho romano y el
cristianismo se ocuparon de prohibir y por sobre todo censurar en la
historia universal, estaban:
• El derecho a elegir a su
hombre, nadie podía imponerle un casamiento. Que las leyes celtas
incluían renovación del contrato matrimonial, al año de haberse casado.
•
Que existía el “divorcio” con repartición de bienes equitativos.
Manteniendo cada uno sus bienes propios y repartiendo los que hubiesen
incrementado durante el matrimonio.
• Que el divorcio no era algo
vergonzoso o mal visto por el resto de la sociedad, así como el
concubinato o lo que hoy conocemos como tener una amante durante el
matrimonio.
Entre
los registros del historiador Diocasius, y también lo toma Julio Cesar
en sus relato sobre "La guerra de las Galias", refiriéndose
peyorativamente a la costumbre de compartir una mujer entre varios
hombres. Lo documentando es una entrevista entre Julia Domna, esposa del
emperador Severo y una mujer caledonia. La patricia habla sobre la
libertad con que las mujeres de su pueblo conceden lo que los celtas
llamaban "la amistad de los muslos". A lo que la caledonia (celta)
responde “que los modos de su pueblo son superiores a los de los romanos
puesto que en su pueblo todo se hacía de una manera directa y abierta.
Ellas, las mujeres de su pueblo podían juntarse descaradamente con el
más magnífico de los hombres mientras que las romanas, con el secreto
que sus falsos valores que la respetabilidad imponía, tan sólo podían
encontrar amantes entre aquellos a quienes no arredraba complacerse en
alianzas furtivas, os dejáis ser seducidas en secreto por el más vil o
por quien más pague por vos... "
La “amistad de los
muslos” consistía en la libre elección de un hombre de su agrado, para
aparearse, sin moralinas, ni tapujos y sin conllevar con ello ninguna
responsabilidad por parte de uno o del otro. Sin que esto implicase
juzgamiento alguno por el resto del clan o tribu.
• La mujer administraba sus bienes, comercializaba, podía iniciar causas legales si fuese necesario.
•
Al tener el deber y el derecho de recibir educación, las mujeres, al
igual que los hombres, llegaban a ejercer la medicina; y según su
capacidad y vocación alcanzaban los rangos de druidesa, poetisa,
legisladora, educadora, jefe militar, comerciante, instructora en lucha y
en armas, llegando a obtener la jerarquía de “Mujer Sabia”.
•
Tenían mucha dignidad, eran trabajadoras incansables, alegres de por sí,
voluntariosas, porque ello formaba parte de su tradición, al igual que
el ser una bravía para enfrentar tanto la dureza del trabajo del campo,
cuidado del ganado, sembrado o el rigor de la lucha.
• Poseían la
virtud de actuar como fieras ante la adversidad o las obligaciones y
luego convertirse en seductoras “sirenas encantadoras” a la hora del
amor. Del descanso o de las fiestas.
• Coquetas por excelencia,
obsesivas por su limpieza personal (convengamos que se le atribuye a los
celtas el invento del jabón) y estética personal. Expertas en la
generación de diferentes cosméticos para dar color a sus pálidos
rostros. Tenían especial cuidado en la elección y diseño de sus prendas,
que ellas mismas confeccionaban y adornaban, en forma recargada, con
los más diversos objetos en piedras, oro o bronce. Excesivas al igual
que los hombres en el uso de elementos de joyería, como collares,
pulseras, anillos, adornos para el cabello.
Lamentarse
por lo que pudo ser y no fue, de poco sirve. Pero no puedo dejar de
cuestionarme sobre ¿Cómo hubiese sido la historia de la humanidad si el
tipo de sociedad céltica hubiese predominado?
Al menos queda el
consuelo que hasta más allá del siglo XV, en Irlanda, la mujer logro
custodiar su independencia e igualdad con el hombre, manteniéndose
emancipada y valorada por sus cualidades. Situación que en gran parte
perdura.
Por último, investigando la historia de las
grandes mujeres, de los últimos siglos, por, “casualidad o causalidad”,
coinciden en tener herencia y genética celta. Un ejemplo solo de
Argentina, Eva Perón y María Estela Martínez de Perón provienen de
genética céltica. Camila O´Gorman, Cecilia Grierson, María Elena Walsh,
Madame Lynch (Paraguay) y si nos trasladamos a Europa tenemos desde
Juana de Arco hasta las Presidentes de Irlanda, la musa inspiradora de
las teorías de Engels y Marx, la amante de Luis XV, etc. hay una extensa
lista de mujeres “diferentes” que hacen honor a su herencia céltica o
influencia céltica.
Qué increíble! , pensar que fueron
las únicas mujeres de la historia que no supieron de feminismo ni
machismo, que no tuvieron que luchar por sus espacios. Y como se ocultó
su historia.
Por último, un dato más, la rebelión de mujeres en la
fábrica textil Cotton de New York, donde fallecieron calcinadas 146
mujeres, estuvo encabezada por mujeres inmigrantes irlandesas es decir
celtas.
Creo que las CELTAS merecen un espacio especial en el Día
Internacional de la Mujer, puesto que es una ocasión para reflexionar
sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de
valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función
extraordinaria en la historia. Se merece ser conocida la historia de
quienes fueron libres por siglos.
Susana Shanahan
Periodista y escritora Especializada en temática Céltica e Irlandesa
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