Todas las actividades mencionadas arriba no son más que herramientas
para lograr alcanzar al SER espiritual, pero no la espiritualidad en
si...
La espiritualidad no es una actividad mental así que podemos parafrasear a Krisnamurti, Osho, Gurdgief, Drunvalo, etc. y no estar conectados con la esencia divina que todos llevamos. No podemos vivir la espiritualidad a través del intelecto, pero si podemos manifestarla a través de él.
La espiritualidad no nos niega nada: Podemos comer, bailar, reír, llorar, enojarnos, tener sexo o ser célibes, ser ascetas o mundanos y disfrutar de todo lo que la vida nos ofrece, pero el ser espiritual sabe que todo eso es temporal, que un día partirá y se convertirá en un recuerdo para los seres amados y su vida habrá sido nada más que ese guión que separa la fecha de nacimiento de la fecha de defunción en su lápida…
Ser conscientes de que estamos de paso por esta vida nos conecta con nuestra realidad espiritual y comprendemos que hemos sido invitados a este banquete que es la existencia terrenal y que tenemos a nuestra disposición mesas repletas de experiencias para vivir y compartir, pero, cosa rara, en este banquete la mayoría se queda sentado mirando y criticando a los pocos que pasan a la mesa y disfrutan de todos esos manjares llamados experiencias…
La espiritualidad es algo muy personal y no todos podemos vivirla de la misma forma. Cada cual tiene un modo distinto de conectarse con su lado espiritual y no existen fórmulas. Como la vive Coelho le sirve solo a él y como la vive tu vecino es su propio método…
¿Cómo se reconoce a un ser verdaderamente espiritual? Se reconoce porque simplemente ES…
Ha retornado al origen y por eso es capaz de expresar originalidad tanto en su decir como en sus actos, no necesita copiar a nadie y porque sabe pensar. Vive de acuerdo a su propia filosofía.
No busca agradar al resto sino ser fiel a si mismo.
Escucha su voz interior y no la de los demás.
Son personas que no pasan desapercibidas porque poseen gran magnetismo.
Serán amadas u odiadas pero generarán fuertes emociones de aceptación o rechazo. Un ser humano tibio difícilmente podría ser espiritual.
Ante todo será una persona natural, sin mayores artificios porque ser espiritual es ser y sentirse parte de la naturaleza…
Mer- sanandoelalma.blogspot.com
La espiritualidad no es una actividad mental así que podemos parafrasear a Krisnamurti, Osho, Gurdgief, Drunvalo, etc. y no estar conectados con la esencia divina que todos llevamos. No podemos vivir la espiritualidad a través del intelecto, pero si podemos manifestarla a través de él.
La espiritualidad no nos niega nada: Podemos comer, bailar, reír, llorar, enojarnos, tener sexo o ser célibes, ser ascetas o mundanos y disfrutar de todo lo que la vida nos ofrece, pero el ser espiritual sabe que todo eso es temporal, que un día partirá y se convertirá en un recuerdo para los seres amados y su vida habrá sido nada más que ese guión que separa la fecha de nacimiento de la fecha de defunción en su lápida…
Ser conscientes de que estamos de paso por esta vida nos conecta con nuestra realidad espiritual y comprendemos que hemos sido invitados a este banquete que es la existencia terrenal y que tenemos a nuestra disposición mesas repletas de experiencias para vivir y compartir, pero, cosa rara, en este banquete la mayoría se queda sentado mirando y criticando a los pocos que pasan a la mesa y disfrutan de todos esos manjares llamados experiencias…
La espiritualidad es algo muy personal y no todos podemos vivirla de la misma forma. Cada cual tiene un modo distinto de conectarse con su lado espiritual y no existen fórmulas. Como la vive Coelho le sirve solo a él y como la vive tu vecino es su propio método…
¿Cómo se reconoce a un ser verdaderamente espiritual? Se reconoce porque simplemente ES…
Ha retornado al origen y por eso es capaz de expresar originalidad tanto en su decir como en sus actos, no necesita copiar a nadie y porque sabe pensar. Vive de acuerdo a su propia filosofía.
No busca agradar al resto sino ser fiel a si mismo.
Escucha su voz interior y no la de los demás.
Son personas que no pasan desapercibidas porque poseen gran magnetismo.
Serán amadas u odiadas pero generarán fuertes emociones de aceptación o rechazo. Un ser humano tibio difícilmente podría ser espiritual.
Ante todo será una persona natural, sin mayores artificios porque ser espiritual es ser y sentirse parte de la naturaleza…
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